Perdón por hacerte esperar,
es que no sabía que habías llegado.
Tus alientos fueron notorios,
pero difusos desde mi altura.
De veras quise tomar partida,
pero, ¿Cómo responderte sí no te dejaban ver?
Por más que mis intenciones estaban fuertes,
no pude notar algún cambio.
Silencio inconcluso
un nudo, un malestar.
Desde mi esperanza hasta las raíces,
Deseo firmemente que estés entera: joven y bella.
No estabas sola,
también estuve ahí
perdón…